¿Le vas a decir a tu padre que no?
Su padre estaba viendo la tele, como casi todos los días. Fue entonces cuando llegó su hijo único y se sentó a su lado. El maduro estaba demasiado caliente como para ocultarlo, por lo que le agarró del cuello y acercó su cabeza para así besarle. Bien sabía su padre que no le diría que no, por lo que aprovechaba cada vez que tenía oportunidad para tener sexo con el jovencito.
Se fueron desnudando al tiempo que continuaban besándose y disfrutando de sus cuerpos. Luego el muchacho se agachó y empezó a comerle el rabo, aunque no tardó demasiado el padre en meterle los dedos en su ano para así dilatárselo. Los ojos del joven se cerraban con fuerza, su culo aun era demasiado estrecho y lo sentía en exceso.
Pero aun así casi al momento el joven se sentó sobre su padre y éste lo penetró con fuerza. Follaron en esa posición un buen rato, hasta que cambiaron y siguió follándoselo. Al final el maduro se corrió y el chico sintió toda su leche.