Le ponen cachondo los culturistas
Con ese perfecto cuerpo cultivado durante miles de horas en gimnasios era normal que se la pusiera bien dura al tenerlo al lado. Ese tío era un famoso culturista asiático, un cuerpo hecho precisamente para lo que él quería hacerle. Empezó tocando sus músculos, pectorales, su espalda… cada vez se le ponía más dura. Le enseñó su gran erección, lo que hizo el culturista fue agacharse y comérsela. No se demoró mucho en metérsela en su duro y fibroso culo bien musculoso, que estrecho estaba el cabrón. Luego se dio la vuelta y abrió sus piernas, le gustaba follárselo mirando esa obra de arte que era su cuerpo hecho para el pecado.