Jóvenes muy calientes
Eran novios y paseaban contentos y orgullosos por la calle, pero eso si, con ganas de llegar a casa. Una vez entraron por la puerta comenzaron a besarse y a desnudarse, se notaba que se tenían muchas ganas. Una vez desnudos uno de los jovencitos se agachó para comerle la polla al otro, poco después se puso a cuatro patas para que le comiera el culo. Se la metió dentro y comenzó a follárselo en el sofá de casa. Se puso debajo, arriba, de lado… los dos muchachos presa de su juventud se dejaron llevar de todas las formas imaginables hasta que acabaron corriéndose. Tras correrse ambos se fundieron en besos, era algo que siempre solían hacer.