¡Joder!, ¡Me estoy corriendo!
Ellos no eran pareja estable, pero si que pasaban bastante tiempo juntos. Y uno de los motivos por el cual compartían tanto tiempo era precisamente el sexo. Verlos follar es una auténtica delicia, ya que se les ve disfrutar de verdad de una buena follada. Pero no solo disfrutan, es que de verdad lo que hacen lo sienten.
Uno de ellos, el activo, tenía un gran piercing en su verga. Al parecer al otro chico eso no solo le daba morbo, sino que además le ponía muy caliente sentirlo. Así pues mientras estaba penetrándolo no aguantó más y comenzó a eyacular como si fuera una jodida fuente, no podía parar de echar leche.
El otro al verlo tan excitado y corriéndose tampoco pudo aguantar demasiado, la sacó y tras moverla con su mano unas cuantas veces comenzó a soltar también todo su líquido blanco.