Hoy te va a follar un hombre de verdad
Eran vecinos en el parque de caravanas donde ambos vivían, y a veces coincidían a la hora de hacer algo de ejercicio. Ese día no solo coincidieron ahí, sino también en los lavabos que solían utilizar. Fue allí cuando aquél maduro tatuado y tremendamente peludo se percató de que el jovencito no le quitaba ojo. Se le acercó y él levantó su brazo para que pudiera oler como huele un hombre de verdad mientras le decía que se lo iba a follar. El jovencito se excitó tanto que bajó al suelo y comenzó a comerle la polla, luego ambos se desnudaron allí en aquellos servicios públicos, les daba igual que pudieran descubrirlos.
Luego aquél hombre maduro penetró su culito tal y como le había dicho un rato antes, iba a follárselo como un hombre de verdad folla un culo joven.