Hijo, creo que tu la tienes más grande que yo
Siempre había admirado a su padre y solía imitarlo a diario. Ese día mientras el hombre se tomaba una copa leyendo una revista él intentó hacer lo mismo y se sentó a su lado. Su padre le dijo de enseñarle algo de lo que estaba leyendo y el joven se puso a su lado, pero estar tan cerca el uno del otro hizo que ambos se calentaran. La cosa llevó a un juego, ver quien tenía la polla más grande. Lo sorprendente es que los dos estaban totalmente duros y el chico parecía ganar. Pero al poco de vérsela fue el jovencito precisamente el que empezó a comerle el rabo a su padre mientras él lo disfrutaba.
Luego el maduro se la comió a él hasta que finalmetne lo penetró. Sentir la polla del hombre que más admiraba dentro de él fue una sensación idescriptible, pero aun fue mejor cuando se corrió dentro de su culito.