Follándose a su chico
Era un día especial para ambos y lo iban a celebrar como tocaba. Le esperaba tumbado en la cama sabiendo que ese día recibiría uno de esos masajes que tan caliente le ponen. Llegó su chico y comenzó a llenar su cuerpo con aceites, luego lo masajeó. No tardó en ponerse duro, en cuanto detectó su erección se la metió en la boca y se la empezó a chupar. Luego él le enseñó la suya y recibió otra mamada. Estaban tan cachondos que se puso encima de él, gracias a su lubricado cuerpo se restregó entre sus nalgas, estaba durísimo. Finalmente su verga entró sin apenas esfuerzo, como gozaba metiéndosela. El pasivo fue el primero en correrse, cuando le llegó su turno se lo echó en toda su cara.