Esta es la verga de mis sueños
Esa verga era la soñada por cualquiera, no podía dejar de mirársela. Ese hombre negro le volvía loco, y mientras lo miraba desnudo él movía su enorme polla para que se la pudiera ver bien. Empezó a comérsela como pudo, evidentemente no le cabía entera en la boca, solo la punta. El momento de la penetración fue francamente doloroso, nunca había sentido semejante rabo dentro de él, pero aun así aquello era insuperable, le encantaba. Apretaba fuerte los dientes y hasta le cayó alguna lágrima mientras ese semental se lo follaba a cuatro patas, pero eso si, se la metió entera dentro de su culo.