El mejor jefe que se pueda tener, como folla el cabrón
Era mi jefe, pero desde el primer día que lo vi me puso muy caliente. Es el típico chico guapo, que sabe llevar traje y que además tiene autoridad. Lo admiro mucho, pero mis deseos van más allá, siempre he querido tener sexo con él. De vez en cuando en los descansos cuando no nos ven los compañeros tonteamos. Algún tocamiento, algún besito, pero nunca hemos pasado de ahí.
Sin embargo en esta ocasión si que sucedió. Estábamos solos en la oficina y los dos queríamos algo más, así que nos dejamos llevar. Comencé a chuparle la polla, después lamí todo su ano y posteriormente llegó la penetración. Fui yo el que le follé el culo metiéndosela entera mientras él gemía sobre la silla de su oficina.
Al rato ya me estaba corriendo sobre él, fue sin duda la mejor experiencia laboral que he tenido en mi vida.