El jovencito era muy sumiso
Eran compañeros de clase y desde luego los dos estaban más que dispuestos. Se tenían muchas ganas y estaban a solas, por lo que tras estar hablando y divirtiéndose un rato finalmente uno de ellos se lanzó. Comenzaron a besarse y pronto se dio cuenta de que su compañero era un joven bastante sumiso, lo cual lo cierto es que le gustó. Empezaron a quitarse toda la ropa hasta quedarse desnudos, entonces comenzó a comerle el rabo. Poco después se lo estaba follando tal y como a él le gustaba, el otro joven obedecía a todo lo que le decía. Saltaba sobre él mientras se la metía dentro de su culo, luego lo puso a cuatro patas para darle duro mientras el sumiso se pajeaba.
Por último se puso frente a él y abrió sus piernas cuanto pudo para seguir follándoselo, decía que a todo que si. Al final no pudo más y le echó toda la leche en su boca.