Dos machos con mucho amor
Estos dos hombres estaban acostumbrados a trabajos físicos, eran dos buenos machos. Pero cuando coincidieron los dos en el mismo espacio a solas fue cuando se dieron cuenta de que por muy masculinos que fueran los dos estaban llenos de amor. Comenzaron a abrazarse, eran pruebas ovias de afecto, pero los dos se calentaron. Se quitaron la ropa y uno de ellos comenzó a tocar y a lamer el culo del otro, lo deesaba. Sacó su verga dura como una buena piedra y lo penetró. Los dos follaron allí sabiendo que nadie conocería su secreto, y tras correrse ambos se durmieron abrazados.