¿De verdad no te importa que yo sea tu tío?
Por fin estaban a solas tío y sobrino. Los dos sentados en el sofá no podían parar de mirarse y de incluso tocarse. Pero a medida que pasaba el tiempo iban cada vez más lejos, hasta que finalmente se quitaron sus camisetas. Ver sus torsos desnudos hizo que ambos se pusieran calientes, y fue entonces cuando el muchacho se lanzó a besar a su tío. Sin embargo el hombre se echó para atrás extrañado, no es que no estuviera caliente, sino que el hecho de besarse con su sobrino le parecía muy extraño. Hasta llegó a preguntarle si de verdad no le importaba que fueran familia, pero el jovencito le respondió nuevamente con otro beso.
Finalmente consiguió poner cachondo a su tío por supuesto y el hombre se lanzó. Siguieron quitándose ropa hasta que el madurito empezó a comerse la sorprendentemente grande polla del joven. Cambiaron las mamadas hasta que finalmente su tío lo penetró. Los ojos del joven parecían salirse de sus órbitas mientras le daba por culo, aquello fue brutal para él. Siguió dándole duro hasta que al final ambos se pusieron de pie, y justo así fue como los dos acabaron, pero eso si, los dos llenos de semen.