Cabalgando a mi profesor del gimnasio
Nunca fueron mi tipo los chicos excesivamente musculosos, pero poco a poco mi profesor del gimnasio me fue conquistando y a día de hoy reconozco que ese hombretón me hace muy feliz en la cama. La primera vez que me acosté con él sentí mucho miedo porque pensé que me destrozaría follando, pero todo lo que tiene de grande lo tiene de bueno y os aseguro que me trata como una auténtica reina.