Buenos días cariño, ¿te apetece?
La pregunta en realidad sobraba. Su chico le había llevado el desayuno a la cama, dos tazas y un beso para demostrar lo que sentía por él. Pero justo en esos momentos su albornoz se abrió y le mostró lo que se ocultaba, que no era otra cosa que su polla bien dura. El chico se la agarró, estaba claro que le apetecía, pero aun así se lo preguntó. Sin esperar siquiera respuesta se acercó y comenzó a chupársela, a la mierda el desayuno, eso era mucho mejor.
De la mamada pasó a follarle la boca directamente, estaba muy cachondo. No tardó demasiado en ponerlo a cuatro patas y comenzar a follar su culo. Esta es una de las grandes ventajas de tener pareja, no hay nada en este mundo como el sexo mañanero.