Brasileño disfrutando de una buena polla
Todo aquél que ha follado con brasileños sabe que hacerlo con estos chicos siempre es una pasada. Estaba de vacacines y no le costó demasiado convencer a un muchacho para ir a su casa, él sabía perfectamente para lo que iba. Una vez allí comenzaron a besarse y a desnudarse, el hombre era madurito, pero al muchacho aquello le ponía cachondo.
Tras aquello empezó a chuparle la polla, para su sorpresa el tío la tenía bastante grande y le gustaba sentirla tan dura mientras se la mamaba. Poco después lo puso a cuatro patas, su ano estrecho estaba pidiendo a gritos que se la metiera entera. Lo penetró por supuesto, y al parecer al chico le dolía. Pero ese no fue motivo para parar de darle duramente. Paró en alguna ocasión para que descansara, pero luego continuó. el muchacho gemía, se retorcía y hasta mordía las sábanas hasta que finalmente el madurito se corrió sobre sus pequeñas y duras nalgas.
Aquél joven brasileño cubierto de tatuajes había probado lo que era una buena polla.