Así hijo, métemela hasta el fondo
Aunque su madre y aquél hombre se habían separado él seguí considerándolo su padre. Aquél día cuando el maduro llegó a casa se encontró al chico esperándole en la puerta. Le dijo que entrara, estaba lloviendo. Le preparó algo para comer y fue entonces cuando el chico se derrumbó diciéndole que le echaba de menos. Se abrazaron, pero el jovencito hizo amago de besarle. Era todo muy romántico para él, le amaba. Finalmente el hombre sucumbió, se besaron y poco después el que fue su hijastro le comía la verga sin parar. Su padrastro le devolvió la mamada, se desnudaron y fue el chico el que se colocó detrás para penetrar su culo, el placer que sintió en ese momento fue indescriptible.