Al muchacho le gusta mi verga
Parecía tímido el jovencito, pero no tardaría en descubrir lo que yo quería de él. Acaricié su cabeza y le dije que tenía que besarme, se lanzó y lo hizo. En realidad ese muchachito deseaba lo que yo quería darle. Busqué su verga y empecé a comérmela, a pesar de ser tan joven y delgado tenía una buena tranca ese cabrón. Luego me la comió él a mi, aunque poco después lo tenía a cuatro patas mientras se la metía en su culo. Le gustó tanto que se puso encima de mi para que me lo follara mejor. Al final acabó abierto de piernas mientras seguía metiéndosela así fue como me corrí. Tras correrme se la volví a meter bien corrida.