A una buena verga nunca se le dice que no
Estaban en el gimnasio, y tras una larga sesión de miradas pasó lo que en realidad los dos deseaban. Uno de ellos se había metido en la ducha, el otro ya estaba vestido con su traje para irse a trabajar. Pero ese no fue inconveniente para acercarse a él y mostrarle su verga bien dura. El chico se le quedó mirando fijamente, a un buen rabo nunca se le dice que no. Se acercó y se lo agarró, poco después lo tenía dentro de su culo en la misma ducha, se lo estaba follando allí. Sin lugar a dudas más de uno hemos deseado alguna vez que esto suceda en el gimnasio, él tuvo la suerte de experimentarlo.